Llegó octubre, el considerado por muchos como, el mes del terror. En él se lleva a cabo una festividad muy conocida en el mundo anglosajón, pero que cada día cobra más fuerza en Iberoamérica, se trata del halloween o la víspera de la noche de todos los santos, que se celebra el 31 de octubre, día en el que se rumora inicia la Superliga de Baloncesto en Venezuela.
La historia ha llevado a que el baloncesto venezolano sea una historia de terror, pero ya se ha repetido hasta el cansancio lo sucedido en los últimos cuatro años. Esta vez nuevamente el Halloween servirá de colofón y ambos eventos tienen más similitudes de los muchos piensan.
Una de las leyendas de halloween, o para muchos conocidos como Samhain (por sus raíces celtas), es la de Jack O’ Lantern, en la que un hombre muy malo fue visitado por el mismísimo diablo a quién engañó hasta su muerte. Cuando fue enviado a las brasas del infierno logró tomarlas dentro de un nabo y pudo alumbrar su camino.
Quizás se reirán y dirán que pasa con esto, pero la realidad es que el baloncesto venezolano es Jack y ha engañado a la muerte por mucho tiempo. Al final siempre encuentra la luz al final del camino para salir y hacer cosas importantes.
El baloncesto venezolano es sinónimo de Michael Myers
En 1978, cuatro años después que naciera la llamada Liga Especial de Baloncesto, un cineasta llamado John Carpenter hizo una historia llamada Halloween. En ese largometraje se cuenta la historia de un asesino llamado Michael Myers que espera encontrar a su hermana menor para asesinarla, pero al final pierde y es asesinado, aunque cuando se dan vuelta el cuerpo de Myers no está.
Así lo hace por más de cuarenta años y a días de estrenarse su nueva película Michael Myers también sería el baloncesto venezolano que ha enfrentado y matado desde la Liga Especial hasta la Liga Profesional de Baloncesto. Equipos que han pasado con gloria por él y han desaparecido, pero cuando lo dan por muerto, el baloncesto regresa con ansías de venganza.
Este octubre la Superliga será la encargada de personificar a Michael Myers para el baloncesto venezolano. Cuando muchos pensaban que estaba muerto volverá a caminar, cuando el camino de Jack estaba oscuro luego de mofarse tanto del diablo, tendrá su luz, no en un nabo como reza la leyenda irlandesa, tampoco en una calabaza como las nuevas generaciones. Lo hará en un balón naranja, por cierto.
Cada año en la víspera del día de los muertos esperamos que el baloncesto venezolano consiga el camino y se mantenga vivo como Michael Myers, aunque muchos lo den por muerto.
Foto: Cortesía
Con información de: Dos Quintetos